Gadea Dana
- David Atienza Campos
- 3 feb
- 2 Min. de lectura
Durante la DANA que golpeó la Comunidad Valenciana en octubre de 2024, el IES Salvador Gadea de Aldaia fue uno de los centros educativos más afectados. Las intensas lluvias provocaron inundaciones que anegaron numerosas áreas del instituto, incluyendo aulas, laboratorios y zonas administrativas. El agua también dañó materiales escolares y comprometió las instalaciones eléctricas, lo que obligó a interrumpir las clases por razones de seguridad. La situación generó preocupación entre la comunidad educativa, que enfrentó no solo daños materiales sino también incertidumbre sobre la continuidad del curso escolar.

La Conselleria de Educación, en respuesta inmediata, llevó a cabo una evaluación exhaustiva de los daños y diseñó un plan de actuación para minimizar el impacto en los estudiantes. Se estableció un sistema de incorporación progresiva del alumnado mientras se efectuaban las reparaciones necesarias. Además, varios grupos de estudiantes fueron reubicados temporalmente en centros educativos cercanos para asegurar la continuidad de su formación. Este plan también contempló medidas de apoyo psicológico para los alumnos afectados, quienes vivieron momentos de gran tensión debido a la emergencia climática.

El suceso generó una ola de solidaridad tanto dentro como fuera de la comunidad educativa. El IES Bajo Cinca lanzó una campaña de recolección de materiales y fondos para apoyar al IES Salvador Gadea en su proceso de recuperación. Familias, docentes y estudiantes de distintas instituciones también se unieron al esfuerzo, enviando ayuda y mostrando un fuerte espíritu de colaboración. Esta movilización puso de manifiesto el compromiso de la sociedad valenciana con la educación y la reconstrucción tras la tragedia.

A medida que avanzaron las obras de reparación, el instituto se centró en restablecer la normalidad académica. Las autoridades educativas reforzaron las inspecciones para asegurar que las instalaciones fueran seguras y adaptadas a las necesidades del alumnado. El caso del IES Salvador Gadea evidenció la importancia de invertir en la mejora de las infraestructuras escolares, con un enfoque en la resiliencia ante eventos climáticos extremos, que se espera sean cada vez más frecuentes debido al cambio climático.

Este episodio se ha convertido en un recordatorio de la vulnerabilidad de las infraestructuras ante fenómenos meteorológicos severos, pero también de la capacidad de las comunidades para unirse y superar las adversidades con solidaridad y determinación. La experiencia del IES Salvador Gadea es hoy un ejemplo de resiliencia y de cómo la educación puede seguir adelante incluso en las circunstancias más difíciles.
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